martes, 28 de octubre de 2014

INSTANTÁNEAS MÍTICAS. ESPECIAL HALLOWEEN: Los monstruos también tienen sentimientos

Los monstruos cinematográficos no existen. Así podría haberse titulado este especial Halloween en el que recogemos una serie de instantáneas míticas y curiosas protagonizadas por los monstruos y personajes más reconocibles del terror, la ciencia-ficción y la fantasía en general, sacados en algún momento del rodaje de sus películas. Gracias a ellas vemos que pueden ser personas amables, amistosas y dotadas de un enorme sentido del humor, además de que, como cine que es, siempre hay una buena parte que es mentira. En ese sentido, algunas fotos plasman la forma en que algunos de ellos adquirieron vida ante la cámara para que nos creamos que existen. A ver si después de este especial les tenemos un poquito menos miedo.

Dicen de Robert Englund que es una bellísima persona y todo un compañero de rodaje, aunque el personaje que le ha dado la fama parezca todo lo contrario. Y, además, derrocha humor en sus rodajes.

Un amiguete de Freddy, Jason Voorhees, disfrutaba tanto cortando miembros con su machete como mostrando amor por su madre y su amigo Tom Savini, quien le maquillara en “Viernes 13”.



Nick Castle, el Michael Myers original, tenía tiempo para tomarse un descanso… y para el amor.

Quizá no sea un monstruo del celuloide, pero Stephen King le ha encantado siempre pasearse por los rodajes, como en “La milla verde” o “Creepshow”.



Cuentan las malas lenguas que fue Steven Spielberg quien dirigió buena parte de “Poltergeist” mientras Tobe Hopper se limitaba a sentarse en la silla de director. Estas fotos avivan esa llama. Porque si los monstruos no son tan malos, el Rey Midas de Hollywood tenía su lado creepy.



Un caníbal también puede tener amigos humanos. El de Hannibal Lecter era el director Jonathan Demme.



A Leatherface también le han comido la oreja. Fue la actriz Caroline Williams en la esquizofrénica secuela de “La matanza de Texas”.


Sam Raimi es un cachondo, y cuando un rodaje es tan cachondo como el de “Evil Dead II”, el cachondeo reina por doquier. Aunque me pregunto qué estarían viendo en esa revista de Fangoria, algo así como el Playboy del terror.


El monstruo de Frankenstein encarnado por Boris Karloff fumaba, comía y se encargaba de acabar con algún enemigo como Drácula cuando no estaba soportando interminables horas de maquillaje. La última foto ayuda a quitar algo de hierro a la enemistad que tenía con Lugosi.





El pequeño Miko Hughes de “Cementerio viviente” daba bastante grima en pantalla, pero en los descansos daban ganas de comérselo.



El mítico Lance Henriksen y Pumpkinhead se hicieron muy buenos amigos durante el rodaje del clásico dirigido por el mago de los efectos Stan Winston, “Pacto de sangre”.


Caer bien cuando eres el octavo pasajero y te dedicas a dejar muy mala baba a tu paso cansa a cualquiera.


Lo bien que se alimentaba el fauno Doug Jones, y lo inofensivo que parece el Pennywise de “It”, encarnado por Tim Curry, en los descansos.



La enorme cabeza que lucía David Hedison en “La mosca” de 1958 debía pesar mucho. El actor acabaría cansado entre toma y toma.


No pensarían que Chucky caminaba de verdad. Se hacían hasta 25 tomas del muñeco para una misma escena y se necesitaban varias personas que controlaban los ojos, la boca y los movimientos del muñeco en los primeros planos. Tras días de ensayos y pruebas, llegaba la hora de rodar.



Otro gran trabajo de artesanía, animar el cuerpo del hombre lobo en “Un hombre lobo americano en Londres”. De nuevo varias tomas y días de trabajo ante la cámara para hacer la que a día de hoy sigue siendo la mejor transformación licantrópica de la historia del cine.


Otro juerguista nato, un niño en el cuerpo de un adulto que sigue pareciendo un niño. Elijah Wood se sirve un buen vaso de sangre en el descanso del rodaje del remake de “Maniac”.


Y acabamos con un juego de anacronismo. A ver quién encuentra los errores intencionados en esta foto. 

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