viernes, 15 de junio de 2012

LA CRÍTICA: Moonrise Kingdom

El riesgo de ser Wes Anderson

Fantástico Sr. Fox” supuso un soberbio paréntesis en la carrera de un cineasta que sentía que se estaba estancando creativamente y necesitaba abrazar el stop motion como nueva arma de expresión artística. La prueba fue “Viaje a Darjeeling”, una buena película –en su filmografía no hay filmes mediocres- que, no obstante, no le permitía avanzar más allá de los tonos mostaza, los travellings horizontales, los personajes estrambóticos y la selección musical setentera. Porque el gran problema de ser Wes Anderson es, precisamente, ser Wes Anderson.

Así, este “Moonrise Kingdom” que ahora nos llega, más que estancarse en el universo creativo de su director, uno de los más originales del cine moderno, utiliza estos recursos y otros nuevos –el travelling vertical, todo un acierto, y ese aroma a años 60 que desprende todo, hasta su formidable fotografía- para tejer  una fábula sobre el primer amor camuflada bajo un inocente cuento infantil.


Anderson consigue lo que parece entonces imposible, que el creador de un microcosmos tan personal como él resulte novedoso temáticamente, y para ello cede el protagonismo, por primera vez, a los niños. Pero no unos niños cualesquiera. Sam y Suzy, los dos pequeños enamorados, al igual que sus compañeros boy scouts caquis, muestran una madurez y una claridad sentimental que ya quisieran esos tontos mayores tan perdidos en sus convencionalismos y emociones. Un grupo de progenitores compuesto, además, por uno de los mejores repartos de secundarios de los últimos tiempos, todos participando activa y gustosamente en el imaginario andersoniano, y cuyos actos bien podrían haber formado parte de las correrías del Sr. Zorro y su familia –de hecho, la que nos ocupa recuerda bastante a su predecesora, pero con actores reales-.

Alexandre Desplat, al que van dedicados unos créditos finales para no perderse, firma la estupenda banda sonora de esta delicia cinematográfica que deja clara su autoría desde su primera secuencia hasta la escena final, y que quizá pierda parte del rumbo a partir de la hora de metraje. Con “Moonrise Kingdom”, Anderson logra retrotraernos a esos campamentos y amores de verano que a todos nos habría gustado vivir. Un sentimiento de nostalgia palpable en cada fotograma de un film de identificable y evocadora estética añeja, que deja en evidencia el gran riesgo que supone ser Wes Anderson: o le amas o se te hace repetitivo.


A favor: Wes Anderson en estado puro, aprovechando su imaginación visual para explorar nuevas vías temáticas
En contra: que a más de uno, Anderson puede hacérsele repetitivo
Calificación: ****

2 comentarios:

@ngel dijo...

La verdad es que recuerda a muchos films de Wes pero lo que hace como nadie este director es dar a cada película un imaginario único y diferente. A mi de momento la que más me gustó fue fantástico Mr.Fox ya que el género de la animación es uno de mis favoritos, saludos!!!

Gerardo Medina Pérez dijo...

No había leído tu comentario Ángel! Lo siento, es el maldito correo, que no me avisa. Pero nunca es tarde para decirte que Fantástico Mr. Fox es una joya de principio a fin, algo que Luciano no verá con buenos ojos, jeje. Pero para peli de Anderson, Los Tenenbaums, es la que define toda su filmografía.

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